Lucas Talavera
Un fiel amigo y compañía que da mucho amor
Lucas es un perro con un corazón de oro. Siempre esta allí, en la puerta de la casa de Alfredo, esperando con ansias las visitas. Parece un guardia leal, con sus orejas alerta y su cola moviéndose frenéticamente de lado a lado. Pero, en realidad, Lucas es mucho más que un guardia. Es un compañero leal y cariñoso, especialmente para la mamá de Alfredo, Chabelita.
Cada vez que alguien se acerca a la casa, Lucas se pone en acción, corre hacia la puerta, ladrando con entusiasmo. Es imposible no sentirse bienvenido cuando. Su alegría y energía son muy contagiosas.
Alfredo dice que Lucas tiene un radar incorporado para detectar visitas. No importa si son amigos, familiares o incluso el cartero; Lucas los recibe con la misma dosis de amor y entusiasmo. Pero su atención especial es para Chabelita. Cuando ella se sienta en su silla junto a la ventana, Lucas se acurruca a sus pies.
Las visitas son una rutina agradable para todos en casa de Alfredo, Chabelita y Lucas. Los amigos y familiares saben que al llegar a la casa, serían recibidos por Lucas.
El tiempo no había disminuido la energía de Lucas ni su amor por su amiga de cabellos plateados. Chabelita también encontró un gran consuelo en la presencia de Lucas, especialmente después de un largo día.
Un día, cuando el sol comenzaba a ponerse, Chabelita se sentó junto a Lucas y acarició su suave pelaje. “Eres mi verdadero guardián, Lucas”, susurró. “Siempre estás aquí para cuidarme y hacerme compañía”.
Lucas respondió con un suave gemido y apoyó su cabeza en el regazo de Chabelita. Era su manera de decir que siempre estaría allí para ella, sin importar qué. Esa noche, mientras miraban juntos el cielo estrellado, Chabelita sintió una profunda gratitud por tener a Lucas a su lado.
Así, es la historia de Lucas, el perro guardián que es mucho más que un guardia, su amor y lealtad son inquebrantables y juntos compartieron innumerables momentos felices en la puerta de la casa.
Lucas demuestra que la verdadera belleza de la amistad no conoce barreras ni limitaciones, y que a veces, un simple perro puede llenar de amor y alegría la vida de una persona. Pasa sus días acompañado de “Chabelita” y “Alfredo”, siempre esperando sus invitados!